domingo, 14 de marzo de 2010

Sagrada Familia, Barcelona. Gaudí





A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, se desarrollará el modernismo que aspirará a una renovación total de las artes. Así, veremos como su carácter se extenderá por la pintura, la escultura y, sobre todo, la arquitectura, el diseño y las artes gráficas (siendo muy importante en el desarrollo del cartelismo y la publicidad). No podemos olvidar que se trata de un estilo espiritualmente burgués, puesto al servicio de esta clase social y buscando agradarla por medio, entre otras cosas, de su gusto por lo decorativo (que se dará con profusión y de modo bastante aleatorio). Podríamos decir también que el modernismo es un estilo decorativo.
La arquitectura modernista se caracteriza por su decorativismo. Utiliza todo tipo de materiales, incluido el hierro, pero en vez de utilizarlos radicalmente en una arquitectura que, explotando las posibilidades de estos, resolviera las nuevas necesidades sociales, los utilizarán de modo artesanal, aprovechando sólo sus posibilidades plásticas. El movimiento recibe distintos nombres según el país: Art Nouveau en Francia y Bélgica, Modernismo en España, Modern Style en Inglaterra y Jugendstil o Sezesion stil en Austria, en los tres primeros países sus formas se caracterizarán por el empleo de líneas curvas creando arabescos, espirales y formas de inspiración vegetal y de planos curvos y espacios fluidos que, en algunos casos, parecerán desarrollarse de un modo casi orgánico; en Inglaterra y Austria se caracterizará por una mayor pureza formal, un mayor geometrismo, utilización de planos rectos y racionalismo en la concepción de volúmenes y espacios .
Aunque el modernismo es un estilo del que podemos observar ejemplos por toda España, la zona dónde éste va a alcanzar más desarrollo es Cataluña, y dentro de ésta, especialmente Barcelona, lo que es lógico si tenemos en cuenta que el modernismo es, como hemos dicho, un estilo ligado a la burguesía industrial y que el desarrollo de esta clase social en Barcelona era muchísimo mayor que en el resto del estado.
Los arquitectos más importantes de este estilo son Puig i Cadafalch, Doménech i Muntaner, que realizó el Palau de la Música Catalana en Barcelona, y sobre todos destaca la figura de Antoni Gaudí.
Nacido en Reus (Tarragona), las primeras obras de Gaudí recogen el eclecticismo de la época, con formas inspiradas en el gótico, el mudéjar, y la arquitectura islámica. De esta época podemos destacar la casa Vicens en Barcelona o el palacio episcopal de Astorga.
Posteriormente su estilo evolucionará hacia propuestas más fantasiosas creativas y personales, plenamente modernistas en las que además de los aspectos más decorativos y de procedimientos constructivos en los que lo artesanal tiene mucha importancia (tallado de piedra, forjados,..), desarrollará estructuras y sistemas portantes y de estructuras absolutamente novedosos y de gran pericia técnica (para lo cual se ayudaba de ingeniosas maquetas dónde ensayaba dichas estructuras). De este periodo son obras como la reforma de la casa Batlló, el parque Güell, la casa Milá o la que, a pesar de encontrarse inacabada, es su obra más conocida: La Sagrada Familia, todas ellas en Barcelona.

En1893, el místico Gaudí se hizo responsable del proyecto de esta catedral con 31 años y trabajó en él hasta su muerte en 1926. Originalmente, el arquitecto a quien sucedió había diseñado un templo neogótico absolutamente banal. Cuando éste dimite y es sustituido por Gaudí sólo se había edificado parte de la cripta y del ábside. Así que Gaudí tendría la oportunidad de transformar completamente el plan original y crear un ambiciosísimo proyecto en el que su imaginación, impulsada también por un enorme fervor religioso, se volcará en el diseño de novedosas soluciones estructurales combinadas con una decoración exacerbada.
El templo es un verdadero despliegue de la imaginación gaudiniana, que recogiendo influencias tan dispares como el gótico o la arquitectura de los templos hindúes las reinterpreta añadiendo imaginativas estructuras que se inspiran tanto en paisajes rocosos como los de Montserrat como en formas vegetales
En la actualidad se siguen las obras de esta gran iglesia a la que aún falta mucho para que sea concluida ya que su costosísima construcción se ha visto interrumpida en numerosas ocasiones por falta de fondos.
El edificio está construido en piedra aunque se combinan otos materiales como el hormigón o las piezas cerámicas empleadas en las decoraciones.
La planta es una derivación de la de cruz latina con cabecera con girola y capillas absidiales, un cuerpo formado por cinco naves y un transepto de tres. Dicha cruz latina está insertada en un anillo rectangular en el que se situarían diferentes dependencias del templo.
Gaudí diseñó un templo que tendría 18 grandes torres de las que se han edificado 8 correspondientes a las cuatro que hay sobre cada una de las dos fachadas del transepto. Entre las que faltan por edificar estarían las más altas: Una sobre el altar y otra sobre el crucero a modo de enorme cimborrio que debería alcanzar los 170m de altura ( Dos menos que la montaña de Montjuich, que domina Barcelona por el sur , ya que Gaudí alegaba que ésta obra humana no debería rebasar la altura de la obra de Dios) .
La pericia técnica de Gaudí aparece,por ejemplo en los fachadas del transepto que concibe ya que son estructuras autoportantes. A pesar de esto, las dos fachadas del transepto son muy diferentes. La oriental es la llamada de la Natividad y a la a la muerte de Gaudí le faltaba por construir una torre. Está dividida en tres pórticos: El central más grande y elevado es el llamado Portal del Amor a cuyos lados se encuentran el de la Esperanza y el de la Fe. Los tres portales son un enorme decorado escultórico y están rematados por una especie de gabletes parabólicos de caprichosas formas y líneas que recuerdan formaciones rocosas con estalactitas estalagmitas y formas vegetales recubriéndolas. Una gran cantidad de esculturas situadas en nichos, hornacinas y curiosos pedestales ilustran diferentes escenas del Nacimiento de Cristo, desde la Anunciación hasta la Huida a Egipto.
 El Pórtico Oeste o de la Pasión ha sido construido mucho más tarde de la muerte del arquitecto y en él vemos unas formas más rotundas, menos orgánicas y sin tanta decoración como en portal oriental. En el Portal de la Pasión una estructura de seis gruesas columnas con apariencia de troncos inclinados crea unos grandes arcos parabólicos que contrarrestan los empujes de dicha fachada.
Las torres mantienen la tendencia a la verticalidad del gótico pero sus contornos no son rectos sino curvos a modo, otra vez, de aguzadísimas formas parabólicas. La parte superior de las torres está rematada por cruces con una multicolor decoración cerámica.
En el interior del templo, como hemos dicho 5 naves cubren el cuerpo. Como es habitual, la central se eleva más que las laterales, todas a la misma altura, aunque sobre las naves más exteriores aparece un graderío que ya no es un triforio sino un enorme coro que podría albergar 1500 cantores. El espacio de las naves adquiere un curioso aspecto de bosque con unas columnas que parecen estilizaciones de troncos o tallos de flores y que sostienen una original cubierta formada por una sucesión de lo que semejan enormes corolas de flores.
La simbología cristiana está presente en toda la obra de Gaudí, pero el ejemplo más evidente de su aplicación es en el templo, que escenográficamente presenta la vida de Jesús y la historia de la fe. Con este objetivo, el templo se ha ido construyendo a lo largo de los años según la idea original de Gaudí, que escenifica la iglesia católica con la arquitectura: Jesús y los fieles, representados por María, los apóstoles y los santos. Esto es visible en las dieciocho torres, que simbolizan a Jesús, la Virgen, los cuatro evangelistas y los doce apóstoles; en las tres fachadas, que representan la vida humana de Jesús (desde el nacimiento hasta la muerte), y en el interior, que sugiere la Jerusalén celestial, donde un conjunto de columnas, dedicadas a ciudades y continentes cristianos, representan a los apóstoles.
Aunque en algún momento las formas de la Sagrada Familia puedan recordar el estilo gótico, al que Gaudí ya se había acercado en sus proyectos del Palacio episcopal de Astorga o la Casa de Botines de León, en la Sagrada Familia no hay nada de lo que en el gótico es esencial.. Así, el gótico se veía obligado a contrarrestar el desplazamiento de las fuerzas, utilizando contrafuertes y arbotantes. Es decir, los arcos exteriores tenían una función de contrarresto de los empujes, no de decoración. Gaudí dijo una vez, que es como si un jorobado para disimular su defecto se pusiera banderitas encima.
En la arquitectura Gaudiniana, por el contrario, gracias al empleo de novedosas soluciones estructurales entre las que podemos destacar las curvas parabólicas ya mencionadas, los pesos y las fuerzas se desplazan en sentido vertical y los empujes o el desplazamiento de las fuerzas laterales es contrarrestado por pilares o columnas que se inclinan. Ésta es una de las razones por la que las dos fachadas existentes han podido ser edificadas como si fueran construcciones independientes del resto del templo. En realidad, la visión de la naturaleza como obra de Dios le lleva a Gaudí a encontrar en ella una de sus fuentes de inspiración principales como hemos visto en esas columnas que semejan enormes troncos o las fachadas que parecen u fantástico paisaje rocoso o en la idea que tenía de policromar los pórticos de la fachada este para acercarse a los colores de la Naturaleza.
El método de trabajo de Gaudí era bastante poco tradicional ya que su implicación total le hizo vivir a pie de obra a lo largo de toda la construcción, solucionando cualquier problema que fuera surgiendo por pequeño que fuera pero introduciendo modificaciones sustanciales a medida que la construcción iba avanzando.
Sobre la idea de acabar o no la Sagrada Familia se han elevado numerosas voces. Teniendo en cuenta que la práctica totalidad de dibujos y maquetas de Gaudí fue destruida en un incendio provocado a comienzos de la Guerra Civil, algunos han defendido que el proyecto se paralizara definitivamente. Si embargo esto no ha sido así, y si se han seguido las directrices de Gaudí, en lo hasta ahora realizado se han introducido novedades como la controvertida decoración escultórica de la fachada oeste. Además, como sabemos , en la historia del arte tenemos innumerables ejemplos de edificios ( Como la mayoría de las catedrales góticas o la Basílica de San Pedro de Roma) que al ser edificados a lo largo de mucho tiempo han sufrido modificaciones sustanciales respecto a los planes originales. En el caso de la Sagrada Familia nos podríamos preguntar que, de ser acabado el proyecto, hasta que punto podría considerarse como una obra de Gaudí o una construcción basada en suposiciones de lo que Gaudí podría haber llegado a hacer.

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