martes, 31 de mayo de 2011
Formas únicas de continuidad en el espacio. Umberto Boccioni 1913.
Formas únicas de continuidad en el espacio. Umberto Boccioni 1913.
En 1909 el poeta y dramaturgo italiano Filipo Tomasso Marinetti publicará el 1º manifiesto del futurismo. Como veremos, todas las vanguardias históricas se caracterizarán por la difusión de manifiestos en los que divulgar sus ideas. Lo que distinguirá al futurista de otros movimientos será su fascinación por la modernidad, la técnica, la luz eléctrica, los motores, las nuevas máquinas como motocicletas, automóviles de carreras o aviones y la velocidad encarnada por ellos y el culto de la violencia y la guerra como agentes de transformación, higiene y superación de lo antiguo y regeneración. El rechazo de lo antiguo y de los valores y el arte tradicionales les llevará a proclamar la condena de los museos y así, dirán que un automóvil de carreras es más bello que la Victoria de Samotracia.
Esto se concretará en las formas de sus pinturas y esculturas por la adopción de un lenguaje plástico inspirado en el cubista pero , también, en la utilización de recursos puntillistas y de líneas cinéticas para intentar representar en éstos el dinamismo de figuras y máquinas en movimiento.
El núcleo inicial del futurismo surgió en Italia, revolviéndose contra toda el enorme peso de su tradición clásica y estaba formado por artistas como Giacomo Balla, Carló Carrá, Gino Severini y Humberto Boccioni, aunque sus presupuestos fueron seguidos inmediatamente por artistas de otros países como Rusia, dónde pronto se darían cédulas futuristas, aunque éstas evolucionarían con rapidez hacia presupuestos suprematistas o constructivistas.
La llegada de la primera guerra mundial hizo que la mayoría de estos futuristas italianos corriera a enrolarse en el ejército. Alguno de ellos, como Boccioni, fallecería en la guerra y , tras ella, muchos de ellos encontrarían acomodo en el violento y bravucón fascismo italiano.
Boccioni fue el representante más notable del futurismo. Trabajó como pintor y escultor y en ambos campos realizaría importantes obras que testimonian su interés por el movimiento, las máquinas y la vida moderna. Entre sus cuadros más destacables están “ Estados de la mente n. 1. Las despedidas” o “ Dinamismo de un jugador de fútbol” ambos de 1911 y “ Dinamismo de un ciclista” de 1913.
Al declararse la 1ª Guerra Mundial, impulsado por la creencia en el poder regenerador de la guerra que acaba con lo débil y lo anticuado y selecciona y hace sobrevivir a lo moderno y fuerte, Boccioni corrió a enrolarse como voluntario en el ejército italiano. En 1916, falleció, como si se tratara de una broma de mal gusto, al caer de su caballo que se había encabritado al paso de un automóvil, durante unas maniobras militares.
Formas únicas de continuidad en el espacio es la obra más conocida de Boccioni y una de las esculturas más significativas del siglo XX. La versión original fue realizada en 1913 por Boccioni en yeso, ya que éste rechazaba el empleo de los materiales más tradicionales y se inclinaba por el empleo de la madera, el hierro o el vidrio, aunque, paradójicamente, tras la muerte de Boccioni se realizaron una serie de versiones en bronce a partir del vaciado de la figura original.
La escultura mide 111,2 cm de altura por 88,5 cm de largo y 40 cm de ancho. El original y una fundición en bronce se encuentran en Sao Paulo Brasil , El resto de las otras fundiciones en bronce se encuentran en museos de Nueva York, Londres, Los Ángeles y Milán.
La forma escultórica juega con la representación de superficies cóncavas y convexas perfectamente pulidas, formas geométricas que la aproximan a un cierto aspecto de máquina y con líneas angulosas que se asemejan a líneas cinéticas y que acrecientan la sensación de movimiento perenne de un cuerpo que avanza por el espacio. Así, las formas parecen el resultado de la fusión de músculos, miembros y ropajes captados en distintos momentos y posiciones. Si el cubismo de Picasso construía una imagen pictórica que era el resultado del proceso de la reordenación y la reconstrucción intelectual de visiones parciales efectuadas sobre el motivo desde distintos puntos de vista y , por tanto en distintos momentos, Boccioni introduce también el factor tiempo al intentar representar en una misma imagen las distintas fases del poderoso movimiento de avance de una figura en el espacio.
La aportación fundamental de esta obra de Boccioni está en que La fluidez y el dinamismo de sus formas parecen romper con las formas cerradas o recogidas en si mismas de la escultura tradicional. La forma escultórica se desarrolla en su periferia, se extiende, se abre al espacio con el que, en el caso de esta obra, parece luchar en su avance por él.
Aquí, Boccioni reinterpreta la figura tradicional del desnudo heroico que se hace aquí agresivamente moderna, dando la impresión de que avanza potentemente hacia el futuro.
“Formas únicas de continuidad en el espacio” de Boccioni es uno de los hitos en el devenir de la escultura del siglo XX y en el interés presente en ésta por establecer nuevas relaciones entre la forma escultórica y el espacio circundante.
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