lunes, 31 de mayo de 2010

Pintura nº 201. Vassili Kandinsky.1914.


Las primeras décadas del siglo XX van a traer la consolidación del sistema capitalista y colonialista y las tensiones surgidas entre las potencias que provocarán la 1ª Guerra Mundial. Frente a las injusticias y arbitrariedades del sistema habrá una toma de conciencia que provocará, entre otras cosas, las primeras revoluciones populares( como la Soviética en Rusia o la fallida revolución espartaquista en Alemania) así como la idea creciente entre los artistas de vanguardia de que el arte podía ser un elemento activo que contribuya a la transformación y mejora de la sociedad y de sus formas de vida.
Los primeros movimientos abstractos en el arte, que surgirán a partir de 1910, van a participar de esta creencia.
Llamamos abstractas a aquellas formas artísticas en las que no aparece referencia alguna al mundo natural.
Los primeros movimientos que promoverán imágenes abstractas parten de la concepción, ya señalada por Gauguin, de que las formas artísticas deberían servir para transmitir o acercarse a lo que, vagamente, podríamos llamar” Lo espiritual”.
Así, se considera unánimemente como iniciador del arte abstracto a Vassily Kandinsky, un pintor ruso expresionista, miembro del grupo muniqués Der blaue reiter, que, animado por la creencia de que unas determinadas combinaciones, armonías o composiciones de líneas y masas de color podían servir para acercarnos a un estado espiritual de un modo más efectivo que la representación tradicional y mimética de las formas , irá eliminando paulatinamente toda referencia figurativa, hasta llegar a la realización de su primera acuarela abstracta que se fecha en torno a 1910.
Kandinsky expresará su concepción del arte en un libro editado en 1912 y titulado: “ De lo espiritual en el arte” que será fundamental en el desarrollo de estas nuevas formas artísticas. En él, utilizando frecuentes analogías con la composición musical, afirmará que el propósito fundamental del arte será acercarnos a lo espiritual y que esto debe hacerse por medio de la combinación armónica de los elementos propios de la pintura que son la línea y las manchas de color. Asimismo, rechazará la representación de formas figurativas ya que estas distraen de ese propósito principal al establecerse siempre la comparación entre el modelo real y su representación.
Kandinsky Pintó este cuadro titulado simplemente “pintura nº 201” en 1914.
Se trata de un óleo sobre lienzo de tamaño medio en el que Kandinsky destaca los propios elementos pictóricos como constituyentes y protagonistas de la imagen pictórica. La gama de colores es muy rica y variada , primando los colores primarios y secundarios, por lo general bastante saturados. Hay una gran valoración de lo pictórico ya que Kandinsky aplica el color de distintos modos, combinando ligeras pinceladas poco cargadas y más diluidas con otras más empastadas y podemos apreciar claramente el recorrido de las pinceladas por la superficie pictórica. Las pinceladas constituyen líneas y masas de color de distinto grosor, forma y tamaño. En estas imágenes incluso los planos de color parecen alejarse de las formas geométricas más habituales y aparecen con contornos no muy marcados o definidos para manifestar la absoluta autonomía de los medios pictóricos. Estas masas y líneas de color se disponen sobre la superficie pictórica , “ equilibrando” su peso visual, buscando la armonía de la composición de modo semejante a las notas de una composición musical. Así, vemos líneas dinámicas y masas más estables que se contrarrestan, creando una imagen unitaria, armónica y equilibrada en la que la belleza se obtiene por la interrelación de estos elementos.
Todo elemento figurativo o descriptivo se elimina de la imagen pictórica hasta el punto de que el título evita describir o aludir a algo y hace sólo referencia a que esta pintura fue la 201 en la serie iniciada tras la creación de la 1º obra abstracta.

De este modo, Kandinsky avanza, citando sus propias palabras, “hacia objetivos puramente artísticos( es decir pictóricos), alejándose del matiz literario del objeto” y avanza un paso más en el camino de la autonomía del arte que en este caso se independiza también del motivo figurativo.
Posteriormente, a partir de los años 20 en las obras de Kandinsky las formas aparecerán con contornos más definidos , colores más uniformes y líneas más marcadas. También en los años 20 iniciará su actividad docente como profesor de pintura en la Bauhaus y en este periodo publicará otro libro fundamental titulado “ Punto y línea sobre el plano” en el que recopilará sus ideas acerca de lo constitutivo de la imagen pictórica,

La influencia de Kandinsky será enorme y determinante ya que abrirá el campo a las variadas y fecundísimas corrientes abstractas surgidas posteriormente. Desde el suprematismo de Malevich o el neoplasticismo de Mondrian, pasando por la obra de Paul Klee, el surrealismo de Miró, hasta llegar a la pintura de acción de Jackson Pollock, la Pintura de campo de color de Mark Rothko o la abstracción Postpictórica de Ellsworth Kelly.

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