miércoles, 25 de noviembre de 2009

Iglesia de San Lorenzo.Brunelleschi. 1422-1442. Florencia.


Brunelleschi. Iglesia de San Lorenzo. 1422-1442. Florencia. El Renacimiento surge en la extraordinaria ciudad de Florencia a comienzos del Quattrocento. En esta ciudad una serie de importantes familias burguesas van a capitanear un enorme desarrolllo económico gracias a las actividades bancarias y al comercio. Dichas familias se constituirán en protectoras e impulsoras del conocimiento y de las artes, manteniendo a los sabios humanistas y encargando obras de arte para embellecer sus palacios o las iglesias que apadrinan.
Los criterios racionales aplicados a la obtención de beneficios por medio de las actividades bancarias van a provocar que éstos sean valorados y tenidos en cuenta en otras esferas y el arte, evidentemente, no será una excepción. Así la razón será uno de los fundamentos y herramientas para obtener una imagen cuya belleza estará vinculada a criterios de armonía, equilibrio, unidad y coherencia.
Además, el Quattrocento va a romper con la estética gótica buscando su fuente de inspiración en la tradición clásica.Pero el arquitecto renacentista no se limitará a copiar los antiguos modelos romanos sino que más bien, basándose en sus órdenes e inspirándose en sus formas elaborará uno nuevo lenguaje plástico igualmente clásico. Decimos que este lenguaje es clásico por que se fundamenta en la voluntad de obtener una imagen armónica, ordenada, rítmica, proporcionada y equilibrada en la que cada elemento de la imagen tenga una presencia pero que ésta no sea preponderante sobre la de los demás elementos, de modo que todos ellos se articulen para conformar, como hemos dicho, un todo unitario.
Veremos también como los arquitectos elaborarán una arquitectura cuya imagen se obtiene por la yuxtaposición y el apilamiento de los elementos y se inspirarán en construcciones clásicas como arcos de triunfo, basílicas y termas para crea nuevos tipos de fachadas e interiores para sus iglesias.
También la formación de los artistas variará. Ya no valdrá con tener unas ciertas habilidades técnicas o manuales sino que deberán tener una formación intelectual sólida en cultura clásica y cristiana, anatomía y sobre todo mataemáticas y geometría para tener las herramientas que les permitan crear imágenes según estos nuevos criterios estéticos. Esto mismo ayudará a la transformación en la valoración social del artista que ya no será visto como un simple artesano ya que se reconocerá el origen intelectual de su creación.
Brunelleschi es uno de los artistas más característicos de este Renacimiento temprano. Aunque también fue escultor, es sobre todo recordado por sus obras arquitectónicas levantadas en Florencia entre las que destaca la cúpula del duomo ( Catedral), verdadero emblema de la arquitectura de este periodo, el Hospital de los Inocentes, la Capilla Pazzi, las iglesias del Sancto Spirito y San Lorenzo y la Sacristía Vieja situada en esta última iglesia.
En la Iglesia de San Lorenzo la influencia de lo modelos basilicales romanos y paleocristianos es evidente. El espacio interior evoca la imagen de una basílica romana, convirtiéndose en metáfora de la voluntad de la filosofía humanista contemporánea de conciliar el conocimiento, el saber y la tradición clásicos con la fe cristiana.
La iglesia tiene una planta en T semejante a la de cruz latina y tres naves tanto en el cuerpo principal como en el transepto, con una serie de capillas anexas al ábside, el transepto y las naves laterales.
En los arcos formeros que separan la nave central de las laterales, vemos un recurso muy característico de Brunelleschi,y muy imitado posteriormente( aunque ya lo habíamos observado en iglesias paleocristianas del siglo V como la de Santa Constanza) y es que dichos arcos, que son de medio punto, no descargan directamente sobre los capiteles de orden compuesto de las columnas sobre las que se apoyan, ya que entre tales capiteles y el arranque de los arcos se introduce un entablamento, con sus característicos, arquitrabe, friso y cornisa, que se interrumpe en los vanos .
Sobre los arcos formeros resaltados en el color gris de la piedra aparece un entablamento corintio , con un arquitrabe también gris dividido en tres bandas horizontales, un friso continuo liso y blanco y una cornisa , otra vez gris sobre la que se apoyan las ventanas rematadas por arcos de medio punto que iluminan la nave central. Anexa a cada tramo de las naves laterales vemos una capilla lateral rematada por bóvedas de cañón.
La nave central tiene una cubierta arquitrabada con un artesonado de casetones cuadrados mientras que las naves laterales están cubiertas por una sucesión de bóvedas vaídas ( que emplea igualmente en el Sancto Spirito y en el pórtico del Hospital de los Inocentes). Sobre el crucero aparece una cúpula sobre pechinas coronada por una pequeña linterna.
Si tenemos en cuenta que a la vez que se construye esta iglesia en el resto de Europa se siguen levantando costrucciones góticas ( como las catedrales de Sevilla, o la Nueva de Salamanca, que es incluso posterior en el tiempo) , nos asombra más la radicalidad del cambio estético que supone esta iglesia y otras obras florentinas contemporáneas a ella.
En San Lorenzo podemos admirar además dos púlpitos realizados por Donatello o un fresco del siglo XVI del manierista Pontormo.
La iglesia de San Lorenzo forma parte de uno de los más importantes conjuntos arquitectónicos florentinos ya que anexas a ella están la Sacristía Vieja, obra también de Brunelleschi, la Capilla Medicea en la Sacristia Nueva con los sepulcros de Julián y Lorenzo de Medicis, que realizará Miguel Ángel en el siglo siguiente o la Biblioteca Laurenciana con su pequeña pero monumental escalera realizadas también por Miguel Ángel.

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