lunes, 15 de febrero de 2010

Maider López. Ataskoa.18 de septiembre del 2005.


Numerosos serán los artistas que a lo largo de las dos últimas décadas han surgido en Euskadi. Sin embargo, factores como la falta de espacios de exposición tanto públicos como privados que estén bien gestionados o la ausencia de una estructura amplia de galerías de arte de vanguardia, con criterios artísticos sólidos y capacidad de riesgo ha impedido canalizar convenientemente este enorme potencial creativo surgido de la Facultad de Bellas Artes de Bilbo y de centros, desgraciadamente desaparecidos, como Arteleku. Éste último era un centro ubicado en Donostia abierto a la actividad de los jóvenes artistas a los que ofrecerán, entre otras cosas, espacios-taller o cursos impartidos por artistas y teóricos del arte que permitirán la maduración de sus propuestas.
Muy cercanos en cuanto a generación a los artistas surgidos en los 80,pero dados a conocer en la última década del siglo XX aparece un grupo de artistas que se formarán también en la Facultad de Bellas Artes de Bilbo y que, en su mayoría, pasará después por Arteleku.
Entre estos artistas podemos señalar a José Ramón Amundarain, Luis Candaudap, Ana Laura Aláez, Manu Muniategiandikoetxea, Itziar Okariz, Sergio Prego, Jon Mikel Euba, Maider López o Ibon Aranberri.
Algunos de estos artistas, como Amundarain, Candaudap o Muniategiandikoetxea, seguirán defendiendo la vigencia del medio pictórico en un momento en los que parece cuestionarse su validez actual. Otros como Okariz, Euba, Prego o Aranberri formaron parte, como Muniategiandikoetxea y otros, del decisivo 1ºcurso impartido en Arteleku por Ángel Bados y Txomin Badiola y se caracterizarán por estar más próximos a las tendencias neoconceptuales, reflexionando acerca de problemas como la identidad propia o la colectiva, trabajando por medio de performances o acciones, ayudándose en ocasiones de nuevos medios artísticos como el video o , como en el caso de Aranberri llegando en ocasiones a cierto cuestionamiento de las formas tradicionales en las que se presenta la obra .
Nacida en Donostia en 1975, Maider López realiza una obra que, como ella misma dice, se sitúa en un punto medio entre la pintura, la escultura, la arquitectura y el diseño. Próxima a ciertas tendencias postminimalistas, sus obras son, en ocasiones, sutiles intervenciones en espacios que parecen ofrecer o descubrir al espectador nuevas visiones respecto a acciones y comportamientos banales o cotidianos .Así, por ejemplo, cubrirá el suelo de un espacio con uno nuevo formado por tablones de madera, ligeramente separados, pintado de esmalte gris y con los cantos de color bermellón apareciendo sutilmente en las rendijas entre los tablones. Al pisarlos,  éstos se hunden ligerísimamente haciendo aparecer algo más del color bermellón de los cantos y aportándonos nuevas sensaciones acerca de un acto anodino como es el andar o desplazarse por un espacio.
También en numerosas ocasiones, Maider López reclamará la colaboración de grupos de personas para ejecutar acciones efímeras en las que emerge también cierto sentido de lo lúdico.
En su obra " Ataskoa" Maider López convocó a un enorme grupo de personas para que acudieran en sus coches a una carretera rural de Intza ( Aralar, Navarra) y provocaran un atasco en un lugar en el que el tránsito de coches es, por lo general escasísimo. A medida que llegaban los coches y mientras unos colaboradores de Maider registraban el evento desde distintas ubicaciones con cámaras de foto y vídeo, otros ordenaban el tráfico y colocaban los coches según el color de sus carrocerías creando una especie de extraño y absurdo desfile colorista en el que participaron 425 personas en 160 coches que produjeron un atasco que se alargó durante 4 horas y que culminó, para subrayar el aspecto festivo de “ dominguerada” con una comida popular ofrecida a los participantes.

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