jueves, 3 de septiembre de 2009

Fábrica Fagus. Sajonia 1911-1925. Walter Gropius


La fábrica de hormas de calzado Fagus fue realizada en distintas fases por Walter Gropius entre 1911 y 1925, aunque la que es seguramente su imagen más característica corresponde al ala de oficinas edificada antes de la 1ª Guerra mundial, entre 1911 y 1914.
Walter Gropius es uno de los precursores del movimiento moderno en la arquitectura, siendo uno de los impulsores de la llamada Arquitectura racionalista, cuya difusión por todo el globo terráqueo hará que también sea denominada Estilo Internacional. La importancia como arquitecto de Gropius se ve acrecentada además con su labor pedagógica como impulsor y 1º director de la escuela de arte Bauhaus. Dicha escuela se desarrolló en Alemania en el periodo de entreguerras y en ella los estudiantes, guiados por una pléyade de ilustres profesores como los artistas Paul Klee, Vassili Kandinsky, Laszlo Moholy- Nagy , Joseph Albers o , más tarde los arquitectos Marcel Breuer y Mies Van der Rohe, combinaban el estudio de la pintura, la escultura, la música o la arquitectura con la práctica de distintas disciplinas artesanales como el diseño de muebles, lámparas o vajillas, la elaboración de tapices y el diseño gráfico trabajando en talleres dónde buscaban optimizar los procedimientos de producción de sus diseños para que fueran bellos, funcionales y económicos. Además, en estos talleres se realizaban pequeñas producciones y otros diseños de alumnos y profesores eran vendidos para su producción a gran escala , con lo que la escuela buscaba autofinanciarse parcialmente.
Gropius realizó además a partir de 1925 la sede de esta escuela cuando se trasladó a Dessau, siendo este su trabajo arquitectónico más conocido. Gropius dimitiría poco después y tras la ascensión al poder de los nazis se establecería en los Estados Unidos., dónde proseguiría su labor docente en Harvard y dónde realizaría el enorme rascacielos Pan Am de Nueva York.
En Gropius la forma del edificio debía corresponder a su lógica constructiva y funcional y su imagen no debe esconder ésta sino manifestarla de un modo modernamente bello. Según él, la forma exacta sin enmascaramientos, con contrastes claros, la secuenciación de formas iguales y la unidad de forma y color debían constituir la base de la rítmica de la creación arquitectónica.
En este edificio de oficinas de la fábrica Fagus encontramos plasmadas estas ideas:. Se trata de un bloque prismático, básicamente de planta rectangular y de tres pisos con cubierta plana y cuya estructura es de hormigón armado con los soportes desplzados hacia el interior lo que libera a los muros exteriores de cualquier función portante. En dichos paramentos Gropius utiliza el ladrillo y el vidrio.

El vidrio se dispone por medio de grandes ventanales cuya altura abarca los tres pisos del edificio. Una estructura metálica de barras sujeta los planos de vidrio que componen dichos ventanales y unos planos metálicos contribuyen a remarcar la distribución de las plantas Es especialmente llamativa la resolución de las esquinas del bloque ya que en éstas convergen dos ventanales perpendiculares con la única presencia en ellas de la ligera barra metálica de soporte.
Esos ventanales son un precedente de los muros- cortina tan empleados en las construcciones del siglo XX ( especialmente en rascacielos como los paradigmáticos Lever House de Bunshaft o Seagram Building de Mies Van Der Rohe y Philip Johnson o en la propia sede de la Bauhaus realizada, como hemos dicho, también por Gropius)). Evidentemente, los grandes ventanales comportan una luminosidad natural interior muchísimo mayor además de contribuir a diluir en parte los límites entre interior y exterior para sus ocupantes.
Tanto los zócalos inferiores, como la cornisa, la entrada y las pilastras que separan los ventanales están realizados en ladrillo claro. Dichas pilastras están levemente retranqueadas respecto a los ventanales y su presencia además de aportar un ritmo constante que articula la composición de la fachada evoca lejanamente la imagen de una columnata clásica. La puerta de entrada está solucionada con dos bellas esquinas convexas que crean una relación más fluida entre la fachada y el pequeño pórtico que se crea ante la puerta de entrada.
Según Gropius, la fábrica debía ser una especie de palacio para los trabajadores que les ofreciera luz, aire y limpieza pero también sentir” la dignidad de la gran idea común” , lo que evidentemente contribuiría a mejorar el rendimiento de éstos.