miércoles, 26 de agosto de 2009
Jan Van Eyck. La Virgen del canciller Rolin.1435.
Jan Van Eyck. La Virgen del canciller Rolin.1435. .
En Flandes,durante el siglo XV el despegue económico de la burguesía propició unas condiciones ideales para el desarrollo del arte en esta región. Además de los clientes tradicionales -Iglesia y aristocracia-, el artista flamenco va a recibir encargos de la enriquecida clase burguesa.Ésta demandaba, por lo general, obras de menor tamaño lo que hacía que el genero de la pintura de caballete y el retrato sufriesen un desarrollo espectacular. Además, la influencia del estilo internacional a través de los artistas que trabajaban en las cortes de los duques de Berry y de Borgoña sería uno de los puntos de partida de este estilo.
La principal aportación técnica radicó en la utilización de la pintura al óleo, esto es, la que aglutina los pigmentos con el aceite de linaza. Las ventajas del aceite de linaza respecto a otros aglutinantes son muchas: al adquirir los colores más brillantez y al poder superponer dos o más colores en finas capas que se transparenten (veladuras) se puede obtener un mayor enriquecimiento de la gama cromática y de los matices de los tonos. Además, la posibilidad de variar su fluidez y de controlar los secados, permite tratar las imágenes con una minuciosidad extraordinaria, atendiendo al detalle, en lo que el pintor flamenco sería todo un virtuoso.
Jan Van Eyck, al que se considera iniciador de la técnica de la pintura al óleo, fue el autor de obras de una técnica minuciosísima como esta Virgen del canciller Rolin, La Virgen del Canónigo Van Der Paele, el matrimonio Arnolfini y, junto a su hermano Hubert, el altar de Gante, llamado también La adoración del cordero místico.Van Eyck fue además el pintor oficial de la corte de Felipe el Bueno de Borgoña. Consta que en 1428 realizó un viaje a España.
La Virgen del Canciller Rolin es una de las obras maestras de Van Eyck. Pintada al óleo, sus pinceladas, a menudo fínísimas, y que reproducen con enorme precisión cada mínimo detalle, se aplican creando veladuras con las capas anteriores y fundiéndose entre si, de modo que no podemos apreciar el recorrido de éstas sobre la superficie del cuadro. La iluminación es difusa y el claroscuro, aunque no muy acusado, permite modelar los cuerpos y generar la sensación de volumen de éstos. En él destaca la absoluta minuciosidad y precisión en el tratamiento de las diferentes texturas y elementos. Se otorga la misma minuciosidad en el tratamiento al rostro de los personajes principales que a la ciudad del fondo o a los pequeñísimos personajes que la recorren. El empleo del óleo permite a Van Eyck pintar en el puente personajes que no tienen ni tres milímetros de alto. La imagen no está compuesta al modo racional renacentista, supeditando o subordinando los diferentes elementos que la componen a un todo unitario,como lo hacen sus contemporáneos florentinos, sino que se construye por coordinación de los diferentes elementos, por sumandos, obteniéndose un resultado que se recorre, que se lee, siendo producto y provocador de una mirada más dinámica. Podemos decir que aunque el tratamiento de cada elemento o personaje de la imagen es en si mismo naturalista, el resultado, con todo enfocado y representado con semejante minuciosidad no lo es, ya que se distancia de una imagen real. Además, la perspectiva no es todavía del todo correcta.
Aunque aparentemente parezca un cuadro religioso, la intención del que lo encargó, que fue el propio Canciller Rolin, es la de ensalzar su capacidad para el cargo de Canciller ( Una especie de primer ministro de la época), al mostrarse como un hombre piadoso que ora arrodillado ante la Virgen, Así se supone que su piedad es ejemplo de su virtud y le llevará a ser inspirado por Dios y la Virgen en sus decisiones.
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