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sábado, 21 de marzo de 2020

Campo de rayos, Walter de Maria, Nuevo México, 1977.


 Campo de rayos. Walter de Maria, Nuevo México, 1977.


También el arte reflejará, ya a muy primera hora, la conciencia ecologista surgida hacia el último tercio del siglo XX. La preocupación por el deterioro del medio ambiente y la forma agresiva en la que el hombre se hace presente en su entorno ,pero también la idea de que el paisaje deja de ser motivo de representación y se convierte en el lugar sobre el que se actúa o también una cierta sensibilidad de raíz romántica que valora el paisaje como espacio metafísico y de contacto con el cosmos, estarán de algún modo presentes en las preocupaciones de algunos artistas, como los estadounidenses Robert Smithson y Walter de Maria, o el británico Richard Long, a los que se englobará bajo el epígrafe de Land Art o Arte de la Tierra. Son frecuentes las intervenciones en paisajes con formas simples (círculos ,espirales o líneas rectas, alineadas respecto a algún elemento del paisaje ) realizadas con materiales del lugar como piedras o rocas sin alterar y serán intervenciones  efímeras que se documentarán por medio de diarios o fotografías lo que la acerca a las prácticas conceptuales y de performances. 
 Este tipo de intervenciones, además de su belleza sutil, humilde y austera, puede remitirnos a ciertas formas y ceremoniales prehistóricos o de los jardines Zen japoneses, y  pretende hacernos tomar conciencia del deterioro al que sometemos a nuestro entorno y a la agresividad, prepotencia y ausencia de sensibilidad de cómo nos hacemos presentes en él.


Walter de Maria era un artista estadounidense que se dedicó a la música, la escultura y a la realización de intervenciones en el paisaje como ésta a la que nos vamos a referir. Como escultor, sus primeras obras se podrían ser  calificadas de minimalistas , aunque muy pronto, De Maria mostró un gran interés por las intervenciones tanto en  entornos urbanos como de la naturaleza.
 Lightning Field o Campo de Rayos es una intervención realizada en el desierto de Nuevo México, al Sur de Estados Unidos  en 1977. De Maria delimitó un terreno rectangular  de una milla por un kilometro de lados y  colocó en él  400  altos postes de acero inoxidable terminados en una punta afilada y separados entre si 67 metros uno de otros. Como el terreno es ondulado la longitud de los postes es variable y oscila entre los 4, 5 metros del más corto a los 8, 15 de los más altos. Están fuertemente asentados en el suelo por medio de unos basamentos de cemento enterrado en el suelo para poder resistir vientos de hasta 180 km por hora.  Aunque la imagen de los postes de acero es imponente y cambiante segun las condiciones atmosféricas y el momento del día, la función para la quye fueron concebidos es la de atraer los rayos, lo que sucede , en realidad, en pocas ocasiones.

 El paisaje de De María se convierte en ese lugar de contacto con lo sublime que tan próximo está a la sensibilidad romántica de artistas como Friedrich, Constable oTurner. Los rayos atraídos por los postes de acero, son esa presencia de la naturaleza y del cosmos potente, incontrolable y temida, pura energía y luz, pero también bella y frecuentemente asociada a la divinidad ( Recordemos a Zeus y sus rayos) y su presencia nos hace evocar todas estas asociaciones.


La obra fue patrocinada por la DIA Art Foundation y es la que administra el acceso al lugar que es muy restringido Sólo se puede visitar durante seis meses al año , con cita previa y en grupos de seis personas cómo máximo para pasar la noche en una cabaña de troncos cercana.

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