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lunes, 19 de octubre de 2009

La Alhambra de Granada


Creado en 1238 por Mohamed I Ibn Nasr, el reino de Granada será el último territorio musulmán de la península ibérica y sobrevivirá como tal hasta la conquista por los Reyes Católicos en 1492, viviendo entre medio periodos de gran esplendor. Este reino llegóa a abarcar territorios de las provincias de Córdoba, Jaén, Cádiz Y Sevilla así como las actuales Málaga, Almería y Granada por completo, aunque en el siglo XV su territorio se extendía solamente por estas tres últimas.Este periodo referido al reino de Granada se llama Periodo Nazarí y el arte que le corresponde , lógicamente se llamará Arte Nazarí. Dicho término proviene de la castellanización del apellido de la dinastía reinante en Granada (Los Ibn Nasr).
Como veremos, la arquitectura nazarí se distinguirá por su gusto por la decoración ostentosa realizada con materiales baratos, en especial el yeso que se empleará para crear complejos adornos y mocárabes que penderán de los intradoses de arcos, cornisas,trompas y superficies interiores de cúpulas.
El edificio más característico de esta arquitectura y uno de los emblemas de la presencia musulmana en España es la Alhambra de Granada.
Éste es un gran complejo palacial que se erige sobre la colina homónima dominando la ciudad de Granada. Como es característico de los palacios islámicos, este no sólo cumple la función de residencia real, sino que además era centro del poder legislativo y judicial e incluso militar ( ya que en su interior se encontraba un cuartel) y religioso ( puesto que en el Islam el sultán es también la máxima autoridad religiosa del reino que gobierna).
Del aspecto exterior destaca la apariencia robusta y el carácter defensivo de sus altos muros y torres que le confieren un aspecto de fortaleza. Estos muros están construidos con la técnica del tapial. vertiendo capas de tierra arcillosa en un encofrado y compactándolas con pisones ( Una especie de grandes mazas de madera).
Otro elemento destacable es que la distribución en planta de los edificios y diversas dependencias que componen la Alhambra no parece responder a ningún tipo de ordenamiento previo ni aparecen distribuidos simétricamente respecto a ningún tipo de eje de simetría, dando la sensación que los edificios se iban levantando aquí y allá a medida que se iban necesitando.
Como sabemos, la arquitectura islámica otorgaba gran importancia desde sus orígenes a crear espacios frescos y agradables, como era lógico en el entorno original en el que surge ( la península Arábiga) en el que las condiciones climáticas son a menudo extremas con su calor asfixiante y un ardiente sol. Este interés por crear ambientes frescos y agradables se extendió por todo el Islam y, como no, aparece también en la Alhambra donde se concreta en la presencia de patios y jardines a los que se abren salones y otras dependencias y en las fuentes, estanques, surtidores y pequeñas acequias que aparecen en éstos junto a árboles y plantas aportando una sensación de frescor.

Todo esto se puede ver en el conocido Patio de los Leones. En él, acequias que parten desde la base de la fuente situada en el centro del patio y que da nombre a éste, se introducen también en el interior de los salones contiguos que se abren a él donde pequeños surtidores de fuentes contribuyen también a refrescar el ambiente.
Pero además, los salones se abren a patios y jardines sin muros que los cierren, separados sólo por un pequeño pabellón y pórticos abiertos que crean circulaciones visuales y de aire, contribuyendo también estas últimas a aportar  frescor a los interiores.
Tanto el pequeño pabellón que se introduce en el patio como avanzada del pórtico, como éste último están formados por columnas de estilizados fustes con capiteles de forma prismática de decoración vegetal tallada superficialmente sosteniendo arcos peraltados de recargada decoración. Así, sobre un friso de decoración epigráfica se alzan dichos arcos con sus frentes decorados con atauriques ( Decoración de formas geométricas estilizadas repitiéndose rítmicamente), con columnillas adosadas a las esquinas del peralte de los arcos y de mocárabes pendiendo del intradós de éstos.

En el patio de los Arrayanes vemos como un pórtico con arcos peraltados da paso a un jardín recorrido en su longitud por un estanque con surtidores de agua y flanqueado por los muros de los edificios contiguos que aportan además zonas de sombra a los paseantes que recorren dicho patio.
Patio de los Arrayanes.

Por último, mencionaremos la ostentosa decoración interior realizada mayoritariamente en yeso como vemos en las caprichosas cúpulas de planta estrellada decoradas con mocárabes , muy abundantes también en cornisas y en las partes superiores de los espacios o en los zócalos recubiertos de azulejos esmaltados con serializaciones y entrelazamientos de formas geométricas, formas que también se repiten en la carpintería y marquetería de algunas cubiertas arquitrabadas.
En el siglo XVI algunos edificios de la Alhambra fueron derribados para hacer sitio al palacio de Carlos V, realizado por Pedro Machuca y cuyo patio circular es también una de las joyas del renacimiento español. Sin embargo, la inserción de este edificio, estilísticamente tan alejado del palacio nazarí, no arruinó la magnífica impresión que causa éste.
La Alhambra es, de este modo, el último y uno de los más grandes testimonios de la presencia musulmana en España.
Patio de los Arrayanes