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miércoles, 26 de agosto de 2009
Piero de la Francesca .La Flagelación.1459.
Piero de la Francesca .La Flagelación.1459.
Este cuadro fue pintado en el Quattrocento,fascinante periodo en el que en Italia y en especial en Florencia y regiones como la Toscana, la Umbría y otras , van a darse una serie de trascendentales cambios . El enorme desarrollo económico de la burguesía florentina propiciará que sus palacios se conviertan en lugares dónde se congregarán y compartirán sus conocimientos y descubrimientos los principales filósofos humanistas y artistas.La cultura humanista proclamará la necesaria compatibilidad entre la fe cristiana y la cultura, los saberes y el arte clásicos grecorromanos.
Del mismo modo, los artistas buscarán cambiar su posición social reivindicando un estatus distinto al de simple artesano, argumentando para esto que su trabajo, aunque manual,tiene un origen intelectual y que para poder crearlo, su formación ha debido de incluir el conocimiento de la Biblia, las vidas de los santos, pero también, la cultura clásica, las matemáticas y la geometría ( que le ayudarán a componer equilibrádamente o a representar el espacio de un modo coherente) o la anatomía y otras ciencias. Además, estos artistas romperán con la tradición gótica presente todavía en todo el resto de Europa y reivindicarán las formas clásicas del arte grecorromano, que no se limitarán a copiar sino que tomarán como inspiarción y punto de partida para crear un nuevo lenguaje plástico igualmente clásico.
El principal autor de la escuela umbría es el genial Piero della Francesca, uno de los pintores más importantes de todos los tiempos. El estilo de Piero está dominado por la creencia en una belleza basada en el puro equilibrio geométrico de los elementos que componen la imagen y por la diafanidad de una luz que define una cierta atmósfera unificadora. El orden, condición indispensable para la obtención de la belleza, es el principio que va a dominarlo todo. Otro aspecto característico de las obras de Piero es la solemnidad y la serenidad que emanan de sus imágenes y de los personajes que las pueblan. En las obras de Piero, sus personajes parecen ser conscientes de representar una especie de ceremonia solemne.
La perspectiva cónica frontal fue objeto del estudio concienzudo de Piero della Francesca y perfeccionada por él. Piero fue un extraordinario matemático y geómetra que estudió a Euclides y escribió tres tratados de matemáticas incluyendo uno dedicado a la perspectiva cónica frontal.
Como pintor, sus obras más importantes son el Bautismo de Cristo, la Flagelación, los Frescos de Arezzo sobre la leyenda de la Vera Cruz, y los retratos de Federico de Montefeltro y su esposa.
En esta tabla de la Flagelación, pintada al temple sobre tabla y de tamaño mediano ( 81.5x 51.4cm.), las pinceladas se funden delicadamente sin que apenas podamos apreciarlas, creando una superficie pictórica homogénea y sin contrastes entre distintas calidades o densidades de la pintura. Una luz difusa ilumina el conjunto, sin contrastes violentos entre luz y sombra, creando un claroscuro sutil que contribuye a generar la sensación de volumen de figuras y arquitecturas y a acentuar la unidad de la imagen.
Las líneas horizontales y verticales así como los rectángulos que aparecen en la composición serán un elemento más que contribuirá a la sensación de orden y equilibrio de la imagen.
Buscando la armonía de las proporciones y la coherencia espacial de los distintos elementos que la componen, el espacio está ordenado por una perfecta perspectiva cónica frontal, cuyo punto de fuga se encuentra en el eje vertical de la imagen, a la derecha de la cintura del personaje que está azotando a Cristo. Las líneas de fuga y las paralelas al plano del cuadro de la perspectiva contribuyen, junto con los distintos tamaños de los personajes, a crear la sensación de profundidad y a la representación absolutamente coherente del espacio y de las relaciones entre éste y las figuras y demás elementos situados en él. A pesar de la utilización de la perspectiva, Piero no quiere hacernos creer que lo pintado es una prolongación de la realidad sino que establece que lo que estamos viendo es una imagen. La función de la perspectiva no es la de engañar al espectador sobre la realidad de lo representado sino una herramienta más, como el color, la composición o la corrección anatómica, para construir una imagen perfectamente equilibrada, coherente y bella.
Como en otras dos obras de Piero ( los frescos de Arezzo de la Anunciación y de La Reina de Saba venerado la Cruz y visitando a Salomón). el espacio representado aparece dividido en dos: un espacio cubierto a la izquierda con un pórtico o logia de orden corintio y en el que se sitúa la escena que da título al cuadro y un espacio exterior a la derecha en el que se sitúan, más próximos al plano del cuadro, tres enigmáticos personajes que parecen estar conversando ajenos a la flagelación de Cristo.
Estos personajes aparecen en poses estáticas y, junto a los demás elementos de la composición, contribuyen a dar una sensación de serena solemnidad y ordenada belleza.
El tema de la flagelación de Cristo no ocupa el primer plano de la imagen ya que éste está ocupado por los tres personajes antes mencionados sobre cuya identidad se han establecido distintas teorías:
Según parece el cuadro pretende reivindicar la idea de Cruzada contra el Turco(no olvidemos que en 1453 los otomanos habían conquistado Constantinopla) y que el Cristo flagelado parece simbolizar la iglesia agredida, mientras que Poncio Pilatos, con el rostro del emperador bizantino Juan VIII Paleólogo, simboliza a la cristiandad asistiendo impasible a la agresión. Siguiendo esta interpretación, la figura con turbante ante Cristo puede simbolizar al tuco agresor y los personajes del primer plano podrían representar a algunos de los asistentes al concilio que se celebró para promover dicha Cruzada.
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